Propietaria de un viñedo milenario que se alza en un lugar excepcional, la finca Bonneau du Martray se dedica a la elaboración de dos vinos, dos Grands Crus: Corton y Corton-Charlemagne.
Estos vinos son fruto del encuentro entre el genio creativo de la naturaleza y la obstinación de varias generaciones de hombres por hacer de ella un lugar de excelencia.