La finca ahora cubre 115 hectáreas. Rodeada de cipreses y olivos, la vid hunde sus raíces en un terruño milenario que le da a su fruto una firma única.

Se eligieron las variedades de uva más nobles: syrah, cabernet-sauvignon, tempranillo para los tintos; chardonnay, sauvignon blanc, sauvignon gris, viognier y vermentino para blancos; caladoc, mourvèdre y marselan para grises y rosados. 


Todos ellos subliman el poder y el refinamiento de una tierra cálida y soleada.

Toda el área está liderada por una agricultura razonada con una preocupación permanente por la investigación de calidad. Lo demuestran las densidades de las plantaciones (4000 pies por hectárea para evitar cualquier estrés hídrico), el levantamiento cuidadoso, la cosecha verde y la clasificación que deja las uvas en el lugar que no merece la vinificación.

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GALERÍA DE IMÁGENESDate un paseo por la bodega

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